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Receta de pollo con tomate de la abuela
La receta de pollo con tomate de la abuela es un plato que se ha mantenido en muchas familias por su sencillez y el calor hogareño que aporta. Tradicionalmente, la abuela preparaba este plato comenzando por dorar los muslos de pollo hasta que estuvieran bien cocidos en su exterior, para luego cocinarlos a fuego lento en una salsa de tomate casera. Este proceso permitía que el pollo absorbiera los sabores del tomate y los aromáticos como el ajo y la cebolla, culminando en una salsa espesa y rica.
Los pasos para preparar este plato son directos: se sazona el pollo, se dora en aceite, se añaden ajo y cebolla, y se deja cocer lentamente con la salsa de tomate. El método es simple y no requiere técnicas complejas, resultando en un plato que es tanto satisfactorio como reconfortante.
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Ingredientes
Cómo cocinar pollo con tomate
- Preparamos los ingredientes: Comenzamos limpiando los muslos de pollo. Luego, picamos la cebolla y el ajo finamente.
- Marinamos el pollo: En un bol grande, sazonamos los muslos de pollo con sal, pimienta y tomillo fresco. Añadimos un chorrito de vino blanco al marinado para darle un toque especial.
- Sofreímos los vegetales: Ponemos a calentar el aceite de oliva en una cazuela grande a fuego medio. Cuando esté caliente, añadimos la cebolla y el ajo, sofriendo hasta que tomen un color dorado y suelten todo su aroma.
- Doramos el pollo: Incorporamos los muslos de pollo a la cazuela. Los doramos bien por todos los lados hasta que la piel se torne crujiente y dorada, asegurándonos de que cada pieza reciba calor directo para sellar los jugos.
- Añadimos la salsa de tomate: Una vez que el pollo esté bien dorado, vertemos la salsa de tomate sobre los muslos. Revolvemos para asegurarnos de que el pollo quede completamente cubierto con la salsa.
- Cocinamos a fuego lento: Bajamos el fuego y dejamos que el guiso se cocine lentamente durante unos 25 a 30 minutos. Este tiempo permite que los sabores se fusionen y el pollo quede tierno y jugoso.
- Rectificamos de sabor: Probamos la salsa y, si hace falta, ajustamos la sazón con más sal, pimienta y tomillo. Es el momento de agregar un poco más de vino si se desea intensificar el sabor.
- Servimos el pollo con tomate: Una vez que el pollo esté cocido y la salsa haya reducido a la consistencia deseada, retiramos del fuego y servimos caliente.